Música horrenda.
- Raúl
- 26 mar 2015
- 2 Min. de lectura
Desde que salió el primer sol que vieron ojos humanos, nuestra especie ha querido expresarse de mil formas. Desde el que empezó a pintar bisontes en la pared de una cueva, hasta el que cogió un pedazo de piel y la estiró para crear un rudimentario tambor y aporrearlo para sacarle algunas notas (y de paso los tímpanos a sus compañeros de tribu)
Me imagino al típico hombre de las cavernas durmiendo y al gracioso del tambor ahí estirando su pielecita de bisonte para aporrearla. Cuando termina, le da una hostia al pellejo y el otro pobre se despierta sobresaltado. Si siguió todo como yo pienso, el inventor del tambor tuvo una vida fructífera pero corta. En fin.
Así se inventó lo que hoy es la música. Hay algunos que no han avanzado y siguen soltando sonidos guturales sobre bases repetitivas, como por ejemplo el Reggaeton. Otros logran expresar, sobrecogerte, hacerte reír, llorar... Bien.
Pero es que hay algunos que si te hacen llorar es del disgusto que te pillas al escuchar sus canciones o ver sus videoclips. Y ningun género musical se salva, todos son salpicados. Y es que, en el mundo de la música, triunfar y hacer el ridículo están separados por una línea más estrecha que las chicas de ''Amo a Laura''. Mira, un ejemplo perfecto de lo que estaba hablando.
Yo no juzgo los valores que lleva esta canción. Pero bueno, es que creo que los comentarios sobran. Es decir, hacer guarreridas españolas no, pero droga se meten hasta las cejas.
El rap no se queda atrás. Todo el mundo se piensa que sabe rapear, que rapear es fácil... ¡Vamos, no me jodas! No es tan fácil como parece, y ''artistas'' como Lorey Money lo demuestran.
Bueno, sin palabras. Una canción que dura dos agónicos minutos y que realmente dice poco. Además llena de rimas fáciles. Lo peor es que tiene muchas más.
Vale, el Reggaeton ya hemos dicho antes que en si es un engendro como género musical. Pero mirad esto:
En serio, a mí me da miedo. Esos padres que permiten eso... Brrr... Me pone los pelos de punta. Lo peor es que te das cuenta de que, desgraciadamene, se te pega la cancioncilla.
Quiero aclarar antes de poner el siguiente vídeo, que esto no lo considero Metal. Soy un gran aficionado y me parece un insulto. Pero bueno, lo ponen en ese estilo y yo lo pongo. Estamos hablando de ridículos:
En ningún momento dicen ninguna palabra, es verdad, no os lo habéis imaginado.
Y bueno, esto para los españoles de más de 25 años o 25 clavaos es una pesadilla recurrente. Y yo lo siento, pero para cerrar este paseo por los despropósitos tengo que poneroslo. Odiadme:
Jesulín De Ubrique y su ''toa, toa, toa''. Esto los componentes de la generación antes mencionada lo hemos cantado borrachos alguna vez. Ahora tenemos a alguien que puede superar a Jesulín, también termina por -ín y no es otro que Paquirrín, el hijo de la Pantoha.
Y bueno, siento haberos amargado el día. Escuchad el último Podcast y se os pasa.
Chao chao y que la (buena) música os acompañe!
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